domingo, 2 de octubre de 2016

El feminismo y la prostitución



Hace pocos días, el Salón Erótico de Barcelona Apricots lanzó "Patria", un spot publicitario protagonizado por la actriz porno Amarna Miller que se ha hecho bastante viral y del que podemos encontrar comentarios de todo tipo.
Evidentemente comparto parte del discurso de Amarna en el vídeo, pero tengo algunas cosas que decir al respecto.

En primer lugar critica que los hombres que la llaman puta se masturben viendo sus vídeos. Esta crítica es curiosa puesto que el mismo patrocinador tiene como lema "Apricots, tu marca de puterío", entre otras frases similares que utiliza para vender su local.

Pero voy a entrar ya al turrón del asunto, que viene a ser el intento de Amarna Miller de defender el feminismo y el trabajo sexual al mismo tiempo.

La prostitución tiene una base económica y una base social (en este caso patriarcal), que también puede ser aplicable a la pornografía -aunque con matices- en última instancia.

La base económica se resume en mujeres que, condicionadas por un sistema capitalista, necesitan amasar dinero rápido y se ven abocadas al ejercicio de la prostitución (alrededor de un 80% lo hacen en contra de su voluntad). ¿Legalizar la prostitución sería la solución? Personalmente pienso que no. En nuestro sistema, si te caes, intentarán salvar antes a tu cartera que a ti. Primero va el  poder adquisitivo y después están las personas. Por eso se piensa antes en la legalización, porque es más importante el dinero que mueve la prostitución que las prostitutas, en vez de tener en cuenta el mejorar la situación socioeconómica de estas mujeres para que puedan dejar de someterse.
  
La base patriarcal se basa en una idea que, desgraciadamente, parece seguir vigente, y es la de que las mujeres somos objeto de los hombres y por eso ellos pueden permitirse pagar por estos servicios. Unos servicios en los que, curiosamente, quien acaba (im)poniendo las condiciones es el cliente. Esto es, en esencia, relaciones de poder en las que, por supuesto, la mujer queda en un nivel inferior.

Aún partiendo de una base que mucha gente propone sobre que hay mujeres que se dedican a estos ámbitos por puro placer y no por necesidad o por amasar dinero rápido, estas mujeres deberían saber que son una minoría y que la gran mayoría sufre el dedicarse a la prostitución o al porno de una manera u otra... ¿Dónde queda entonces esa sororidad que pide Amarna Miller? ¿Entendemos entonces que sólo se preocupan por su situación acomodada y no por la de la mayoría de sus compañeras?

También he leído eso de que quitar a las mujeres de esta situación -y no hablo de la acomodada- es condenarlas a una peor, y perdonad pero esto me suena igual de mal que cuando se intenta defender a Amancio Ortega: "sus empleadxs están explotadxs pero por lo menos trabajan"; "están explotadxs pero si les quitas eso es peor".
Las cosas no son mejores por el hecho de dar dinero. O no deberían serlo.

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